—La verdad es que esto es fantástico. —Sí. —Hoy estás forzando tu suerte —le digo, cruzándome con su mirada. Whatever you call it, nothing compares to the refreshing, crisp taste of Coca-Cola Original Taste, the delicious soda you know and love. —Intento fingir que lo siento y me muestro complaciente. —No puedo —le digo, sintiéndome muy desgraciada. —Te prometo que soy una persona, Clare. Mi madre era una conductora ebookelo.com - Página 98muy nerviosa. —Te equivocas, Helen; pero encantado de conocerte. Estudiamos nuestros reflejos, entrelazados en el recargado esplendor del baño dorado de Casa Palmer. »Chocamos con la camioneta prácticamente a cámara lenta o, al menos, eso me pareció a mí —le confieso—. Botella de refresco de 3 litros Precio de la botella de Coca-Cola de 3 litros Botella de refresco de 3 litros vacía La botella de dos litros es un envase habitual … Me detengo y miro; al fondo, junto al huerto, veo a mi padre y a Mark, con su indumentaria de caza naranja claro, y a un hombre a su lado. En 1851 Hermán Melville publicó Moby Dick o la ballena blanca, que fue acogida con manifiesta indiferencia por el público de Estados Unidos… Me evado sin esfuerzo. Me quedo echado tomando el sol durante un rato, cuestionándome la existencia de Dios y leyendo a Dorothy Sayers. Henry sonríe. Entonces Mary Christina dice: —Juguemos a la Ouija. Entramos en el vestuario y… ¡abracadabra! Clare me recoge con el Fiat al final del caminito de entrada, fuera ya del campo visual de la casa. En cualquier momento Nell tocará la campana para ir a cenar y Clare tendrá que regresar a casa. En una ocasión oí que mi padre se preguntaba si yo no estaría enfermo de cáncer. —Entonces, discúlpate —le pido. Dice que en el pasado solo podemos hacer lo que ya hicimos, y que solo podemos estar ahí si estuvimos antes en ese lugar. ebookelo.com - Página 94—¿Qué fecha? —¿Lista? Ruth formula su pregunta y pide (cómo no) a quién le gusta ella; el tablero Ouija deletrea la palabra R, I, C, K. Noto que está empujando. He oído un ruido: alguien pronuncia mi nombre. Mary Christina sonríe tan abiertamente que puedo verle los aparatos, el de arriba y el de abajo. —A los veinte no había ninguna mujer relevante en mi vida. Clare suspira. Odiaba las autovías, odiaba ir en coche al aeropuerto, y solo accedió a ello por una cuestión de sentido común. —Preferiría ser tu amante. No siempre acabo sano y salvo como contigo, Clare. —¿Haces cosas que no desearías hacer? Vas al futuro, haces algo en concreto y luego regresas al presente. Muevo el alfil de la reina a KB4. Hace frío, el viento corta y traspasa mi camisón. Vivian es esa chica de geometría que despierta mis instintos lujuriosos. —«Todo ángel es terrible». En cuanto a Clare, lo único que sabes de ella es que se trata de una chica encantadora que, por alguna inexplicable razón, no sale con nadie. Estoy solo. Cuando yo era pequeño, imaginaba toda una sociedad de viajeros del tiempo, de la cual Henry, mi maestro, era el emisario, enviado para instruirme sobre mi inclusión final en esa vasta camaradería. Todavía me resulta increíble que mi padre nunca se haya percatado de que ese hombre que los acecha durante los primeros años de su matrimonio sea su hijo. —Dejadla tranquila —tercia Laura—. —Clare, comprendo por qué lo hiciste, pero lo que no entiendo es cómo lo hiciste. Clare pone los ojos en blanco. El conductor de la camioneta se fracturó las dos piernas. —Mujer, no podemos dejarlo aquí. Nos hemos traído los sacos de dormir, pero los amontonamos contra una pared y nos sentamos sobre la cama de Mary Christina y en el suelo. Debería estar en el seminario sobre Shakespeare del doctor Quarrie, pero no cabe duda de que acabo de perdérmelo. Los camilleros vinieron corriendo. —Unos cinco centímetros más que tú, y pesa más. Es donde la gente va a… a pegarse el lote. Le cedo mi asiento en el metro, la sigo al supermercado, la observo cantar. —Helen se acerca a mí y me abraza con cuidado. En cualquier caso, no tengo sueño. Oigo el aire pasando veloz por la ventanilla, el motor del coche; noto las ruedas comiéndose el asfalto, pero por alguna extraña razón parecemos inmóviles, a pesar de que el mundo se mueve a nuestro alrededor a ochenta kilómetros por hora. —Por ansiedad… Puro miedo. Caja de 6 unidades coca cola zero 3 lts.desech. ¿Por qué debería limitarse el libre albedrío al bien o al mal? —Buenas noches. Voy a desmembrarlo. La caja está chafada, y al triangulito que señala las letras le falta la ventanita de plástico. —Bueno, Ringo está bien, pero es un tipo tristón, ¿sabes lo que quiero decir?, y George es demasiado New Age para mi gusto. Yo, y solo yo. Los pájaros cantan y las ranas croan. Rodeo la obra de arte con cuidado y me sitúo frente a su mesa. Me sonríe, con una sonrisa que significa: «¡Qué alocada es esta chica!». Me vuelvo otra vez para mirarlos, pero no veo a Henry, y mi padre dice: —Venga, Clare. —le pregunto. Me siento en la roca y como hasta sentirme mejor. Me arrellano en el asiento y espero. Ocupamos los puestos de Helen y Mary Christina. Se come uno de mis peones con la torre—. Destacados Bebidas Metro 26.09 al 02.10. Parezco el protagonista de una película de Wim Wenders. —Claro que puedo. —Ya lo sé. —¿Qué es New Age? Henry me mira, preocupado. Sí…, supongo que sí —digo con un hilo de voz. —Sí lo es. —¿Por qué «a Dios gracias»? Le pasa un trapo y me lo entrega. —Gracias a Dios —me dice sonriendo. Después de cenar vemos Tú a Boston y yo a California en vídeo; la familia Heppworth nos vigila por turnos hasta que todas nos hemos puesto el pijama en el baño del segundo piso y nos apelotonamos en el dormitorio de Mary Christina, que está decorado completamente en rosa, incluso la moqueta. Por otro lado, eres tú quien siempre me azuza para que te cuente cosas del futuro. —Con una mujer preciosa, paciente, con muchísimo talento y muy lista. Miércoles 17 de noviembre; martes 28 de septiembre de 1982 Henry tiene 19 años HENRY: Estoy en el asiento trasero de un coche de policía de Zion, en Illinois. Ahora es una señora riquísima que vive en California. Ayer me saqué el carnet de conducir, y mi padre me dijo que podía llevarme el Fiat a la fiesta de Ruth esta noche. Por su escote se ve París. Luego, en 2001, vuelves a estar bien. Ese día mi padre llegaba en avión y mi madre y yo íbamos a buscarlo en coche para dirigirnos luego a casa de la abuela, donde pasaríamos las vacaciones. Clare se encoge de hombros. —He traído esto. —Eh, que yo no estoy casada; ¡qué solo tengo once años! —Y todo ya ha sucedido en realidad. Hace un par de años vi cómo una niña pequeña se daba un golpe en la cabeza con un disco de hockey en el parque Cabeza India. —Es una granja que está hacia el norte. —Henry, ¿de qué tienes miedo? —No lo sé. ¡Lo he hecho! —Pues diciéndote que soy una persona. Me lo he hecho cuando conducías sin faros. Le acaricio el pelo y la atraigo hacia mí hasta sentarla y rodearla con mis brazos. No se mueve, y yo permanezco inmóvil durante un rato, sin lograr reunir fuerzas suficientes para entrar en su cuarto. WebSupermercado Bebidas Gaseosas Gaseosa CocaCola Sabor Original Botella 3 Lt x2 Unds : 2087832 Loading reviews... Vendido Por: Olimpica Información general - Descripción del … —No deberías hablar así —exclama Clare—. Con lo que bebe nuestra pequeña Clare no podría llenar ni un dedal pequeñito, pequeñito… —Yo no he dicho que beba. Henry se duerme con la luz encendida. —Cariño, ¿sabes cómo se utiliza esta cosa? —Bueno, pues yo también te digo que soy una persona. Una de las cosas más extraordinarias, aunque también más dolorosas, de viajar a través del tiempo ha sido tener la oportunidad de ver a mi madre viva. Nochebuena. —Bésame —me exige. —¿A santo de qué? Quiero decir, que no hace falta que te preocupes. —¿A quién vas a llamar? No hay coches a la vista. ebookelo.com - Página 78Hace muchísimo tiempo que deseaba conocerte —me confía Helen. —No, no. {"allow_notes":true,"allow_substitute":true,"cart_limit":"24","brandName":"Coca Cola","brandEcomId":"178","measurement_unit":"un","unit_multiplier":1,"unit_multiplier_un":0,"measurement_unit_selector":false}, {"40415":{"ref_id":"722252","cart_limit":24,"allow_notes":true,"allow_substitute":true,"measurement_unit":"un","unit_multiplier":1,"promotions":["90","292","294","326","364","366","414","416","496","519","780","1045","1065","1136","1173","1179","1183","1184","1194","1196","58296","58297","146325","146326","146597","146599","230560","230561","251083","251084","251085","251087","261934","351725","382859","388161","388162","490256","490257","490261","8272918","19152580","28328684","28328914","28329380","28330336","36724693","67507085","97036023","135779464","135780958","223979296","225134638","228163976","228528301","228842065","229928704","230897684","232096930","233373355"],"url_canonical":"","unit_multiplier_un":0,"measurement_unit_selector":false,"release_data":{"date_release":"17-08-2018 00:00","date_release_end":"16-09-2018 00:00","is_new":false}}}. —En el bosque. —Es decir, que fue tu primera cita. Cuando me piden para salir, digo siempre que no; además, Beatrice Dilford, que sí es tortillera, me ha preguntado si yo también lo soy. —Permanezco en silencio—. ebookelo.com - Página 64—Soy más real que Paul McCartney. ebookelo.com - Página 76CLARE: Tan pronto entro por la puerta me doy cuenta de que esta fiesta es una equivocación. ebookelo.com - Página 81—¡Madre mía! —Coge uno de mis alfiles blancos, que capturó dos jugadas antes, y lo voltea como si fuera una peonza—. —Y Noé un viejo extraordinario con un arca y un montón de gatos. Se desabrocha el abrigo y se lo quita. —exclamo haciéndole una zalama—. Una vez, cuando casi era Navidad… —¿De que año? ¿Por qué papá grita a Etta esta mañana? ebookelo.com - Página 72Lunes 2 de febrero de 1987 Clare tiene 15 años, y Henry 38 CLARE: Cuando regreso de la escuela a casa, Henry me está esperando en la sala de lectura. —No lo sé. Es un precioso día de primavera y la naturaleza rebosa de vida con el cortejo y la anidación de los pájaros. Hay casi un rollo entero, y pretendo usarlo todo. De repente, adquiero conciencia de mí misma como alguien que está en un prado, delgada y erecta, en un lugar donde todo se ha allanado. Se vuelve, esperando una respuesta, y yo sé lo que tengo que decirle… a él, a mí. Pop. ¿Te he contado alguna vez la historia de mi madre? Siento un espasmo en el estómago. Este … — Clare se calla; durante unos segundos nos quedamos sentados, escuchando los pájaros, los aviones, el viento. Pone expresión de asco y se lo coloca encima. —De hecho, sí. Le digo a Clare que vaya a la casa y traiga una cuerda, y ella sale al cabo de unos minutos con unas tijeras y un rollo de cinta aislante. en cuanto el producto esté disponible en. Sparkling beverage. Por lo tanto, también debe de ser inevitable. «¡Vaya! —Y ahora, ¿qué? Dejo en el suelo la bandeja de comida que le he traído. Lo que ha escrito es un resumen de la cita de ambos. Lo que puedo ver desde el interior de este coche patrulla es que hace calor y no estoy en Chicago. Parece estar haciendo un gran esfuerzo para poder hablar. Son preciosos. Lucille se encuentra bien. La representación que da en el Lincoln Center es retransmitida por televisión; veo el programa con los abuelitos en Muncie. Helen y yo tenemos las taquillas en la misma zona. —Me estás cambiando. —Tú y santo Tomás de Aquino. —Hola, Henry. No sé en qué época me encuentro. —Pero, Henry, te olvidas de Dios… ¿Por qué no puede existir un Dios que dé un sentido a todo eso? —De acuerdo —replica Jason mirándome con odio. —No hay nada que decir. Oigo el viento y el graznido de los cuervos. Los pechos, las piernas y las caderas, todo recién acuñado. Yo quería gritar: «No, llévesela a casa, no deje que se acerque al hielo, llévesela. Luego nos dirigimos a la puerta trasera del piso. —Me asusté mucho con tu comentario sobre la tercera guerra mundial. Se hace con otro peón gracias a su otra torre. Me sirvo otra taza. Espera, ya lo tengo. Sin embargo, dijo que tienes que comportarte como si tuvieras libre albedrío, como si fueras responsable de lo que haces. Unos moretones oscuros y púrpura que contrastan con su blanca piel. —¿Todo? S/ 24.50. Hemos llegado al gimnasio de chicas. Clare está creando una enorme escultura con diminutas virutas de papel púrpura; parece un cruce entre un teleñeco y el nido de un pájaro. Yo soy más alto y musculoso, y me afeito. —Me preocupa que no soportes el hecho de que yo no sea digno de confianza y me abandones. La respuesta es «No», pero el tablero Ouija dice «Sí» con un ligero empujón de Helen. —Sí. Clare ríe nerviosa y se retuerce en mis manos como un pez, se pone en pie de un salto y hace la carretilla por el calvero, sonriéndome y retándome para que la atrape. Jason actúa igual que lo habría hecho yo en su lugar, se deja caer y rueda fuera de nuestro alcance, pero no lo bastante deprisa. Se levanta, despacio. Mi padre llegó a casa muy tarde ayer por la noche; creo que fue al Exchequer después del concierto, porque estaba tan borracho que se cayó por las escaleras y tuve que entrarlo a cuestas en casa y acostarlo. El pomo de la puerta gira despacio y entonces me doy cuenta de que inadvertidamente he desbloqueado la cerradura. —replica ella riéndose. —Me como su torre con la reina. La diferencia está en su semblante. Primero vi cómo nos estrellábamos contra esa camioneta, y acto seguido me encontré en el hospital. WebDe cola: Marca: Coca Cola: Contenido Neto: 750.00 ml: Azúcares Totales: 7.5g: Carbohidratos: 7.5g: Presentación: Botella: Contenido del Empaque: 1 Botella PET de 3L: … —Entonces, ¿tienes veinte años? —Tú dirás, Clare. Ha traído un termo, tazas, una manta y unos donuts. 28.50ou 24X de S/. —Todo esto resulta patético. —Medio campo. —John, claro. —Uauu. Estoy cansada de tantos secretos. Bueno, supongo que cualquiera estaría más favorecido sin la camiseta de Metallica y la repugnante cazadora de cuero —comenta Helen—. —Por nada en especial. —¿Le gusto a Bobby Duxler? Me callo. La cinta le arrancó todo el vello del pecho. —¿Habéis pasado un buen fin de semana? Era como estar entre el público que contempla una película. Clare enciende las luces y seguimos circulando deprisa, perfectamente alineados con las rayas amarillas del centro de la calzada y el arcén de la autopista. Nada. —Ah… No, no es verdad. —Soy amigo de los padres de Clare. —Ah. La inmovilidad es una disciplina. —¿Cómo… por qué crees que sucedió así? —¿Quieres decir a los veinte años o a los treinta y seis? Important AnnouncementPubHTML5 Scheduled Server Maintenance on El conductor de la camioneta abandonó su vehículo para averiguar qué le había golpeado, vio a mi madre, se desmayó en la calzada y lo atropello un conductor de un autocar infantil, que no lo vio porque estaba asombrado contemplando el accidente. Nunca he sido consciente de que captaras mis cambios de humor con tanta precisión. ¡He vuelto a escapar! Wendy le pregunta a Francie qué talla de sujetador lleva Lexi, la hermana de diecisiete años de Francie. —¡No! —Cáncer de ovarios —le digo bajito. Costó mucho liberarlo. Henry, no me gusta viajar por el tiempo solo. EL MEJOR PRECIO EN COCA COLA 3 litros $648 funda x 6 ... Coca Cola Original Desechable 3 Litros - Comercial JP, GASEOSA DUO MEGA COCA-COLA X 3 LITROS C/U, Bebida Coca-Cola original 3 L | SantaIsabel.cl, Coca-Cola rebajará el azúcar en su presentación de 3 litros, Refresco Coca Cola botella de 3 l - Bodega Aurrera, COCA COLA 3 LITROS X 2 P.E - supermercado tuyo, Gaseosa Coca-Cola 3 L - Mercados L. Pineda, Gaseosa Coca cola x 3 litros - Supermecado CHELY, Coca Cola 3 Litros. Inclinaos ante mí, porque yo también soy un mago. La caja de la camioneta iba cargada de chatarra. Al cabo de un rato de hacernos cosquillas y revolcarnos, nos quedamos sobre la hierba con las manos aferradas al estómago y Clare me pregunta: —¿Tu esposa también es una viajera del tiempo? Siento una combinación rarísima de libertad y desesperación. WebTwo Pack Coca Cola + Inca Cola 3 L c/u. Es una idea brillante, Clare. ¡Por el amor de Dios, Henry! »Nevaba, y la mañana era gris —sigo contando—. —¿En qué posición juega? —Claro que sí. Creo que sé qué deseo ha formulado; no crecer más. Al pasar por uno de los accesos de la autovía un coche pequeño, un Corvette rojo, se nos pegó detrás. Estudia con Jehan Meck y con Mary Delacroix, quienes la guían con tino por los senderos de la fama; canta interpretando una serie de papeles cortos aunque de gran preciosismo, y atrae la atención de Louis Behaire, de la Ópera Lírica. Clare abre la verja y entramos en la propiedad. Tripack Gaseosa … Domingo 10 de diciembre de 1978; Henry tiene 15 y 15 años HENRY: Estoy en mi dormitorio con mi otro yo. Sí. —Hice lo que me dijiste. Jaque. Ecs, está lleno de telarañas. Le sonrío; nada de lo que pueda decirme borrará mi buen humor. Finalmente veo la jugada: torre del rey a QR3. En realidad me apetece ir con Clare, pero no sería prudente. La de siempre, original y deliciosa, la que refresca a millones de personas en todo el mundo. Yo no tengo ni idea, pero tú te estás poniendo roja, Clare. Me siento junto a Ruth, la cual sonríe con expresión preocupada. —Si mencionas mi existencia, aunque sea a una sola persona, y lo descubro, volveré y te destrozaré. —No —le digo, tras reflexionar unos segundos—. Estamos echados en silencio, el uno al lado del otro, contemplando los árboles que se mecen, los pájaros, el cielo. —Sí —admito con reticencia. —Ajá. Viernes 5 de junio de 1987 Clare tiene 16 años, y Henry 32 CLARE: Llevo todo el día esperando a Henry. —Para los demás, claro. —Aparto su mano con suavidad y le acaricio la cara. Me estoy poniendo nervioso. Algunos se están poniendo verduscos. Clare y yo nos retiramos unos pasos y contemplamos nuestra obra. —Es hora de ir a la iglesia —me dice, nerviosa de repente. Dame dinero, por favor. A pesar de la camiseta de algodón que llevo debajo, el jersey me provoca una quemazón, y me duelen las costillas. No necesito oír nada más. —Lo siento. ¿Un esposo, dice? ¿Cómo has podido llegar a este estado? Presentación: 3 Litros. —Lo ha preparado Nell. Recuerdo a mi padre, sentado junto a mí, sonriendo a mamá al final del primer acto con un profundo júbilo. ebookelo.com - Página 79Broadway es una autopista de dos carriles. —¿Y qué? Clare deja a un lado su cuaderno de dibujo, y yo me levanto. Estamos a finales de verano; las flores y la hierba me llegan al pecho. —A Clare se le quiebra la voz, y apenas la oigo—. No quiero… No se trata de eso… —Ella quiere que sea alguien especial —dice Ruth sin apartar los ojos de la piscina. Me da un beso en la frente. Asiente. No obstante, Clare, que es la persona más honesta que conozco, es hipersensible incluso a las mentiras más piadosas, y ahora las únicas opciones de que dispongo son negarme a decir nada más, lo cual la sacará de quicio, mentir, algo que ella no aceptará, o decirle la verdad, que la entristecerá y complicará la relación con su madre. —exclama Clare cerrando los ojos. Clare se sujeta las rodillas con los brazos. Contemplo el tablero, intentando encontrar el modo de matar su caballo o mover mi alfil. La información a agregar es muy simple, como nombre completo, dirección, número de teléfono, etc. Clare frunce el ceño. —me dice riendo—. ¿Por qué me parece, sin embargo, que algo imposible ha estado a punto de suceder? ¡Es la quinta vez consecutiva que llego tarde al gimnasio! Ella sale del coche de un salto, me dice: «¡Quédate aquí!», como si yo fuera un perrazo desobediente, y se aleja tambaleándose con sus tacones y su falda corta hacia el domicilio de Ruth. Le paso las manos por el pelo y me llevo un pequeño puñado de nieve que se funde enseguida. Eso es información altamente confidencial. —Más a menudo de lo que yo querría, Clare. Ruth vive en Conger. Se me cruzan los cables. Se han propuesto ignorarnos y comer mucho pastel; Patty y Ruth, en especial, se ríen mucho cuando se acercan donde estamos nosotras. —Ya lo sé —dice Clare. Dijo que no era lo bastante buena… Me dijo que… No, no me violó. No puedo evitar reírme. —Mírate. —He olvidado preguntarte de qué época vienes. Él es más delgaducho y desgarbado, y se le marcan las rodillas y los codos. Clare se encoge de hombros. Hace tanto rato que se ha ido que me apetece salir a dar un paseo. Le pincho el estómago con el dedo y ella se dobla como un erizo, riéndose. ¿Estás deprimido porque no hay mayonesa? —¿Qué me dices de Paul? Henry me contó una vez que fue a una sesión de espiritismo y a la médium le explotó el apéndice allí mismo, y tuvieron que llamar a una ambulancia. —¿De verdad? La diseñaron con tiralíneas, pero sin la luz de las farolas es como conducir en un pozo negro. Embuto la pistola en el bolsillo del abrigo. Bebemos ron con Coca-Cola y un ponche hawaiano. Empiezo a quedarme corto de peones. Doy un buen mordisco al Bismarck y reflexiono sobre el caos. Le paso los pulgares por el arco del pie y ella cierra los ojos. Clare se queda en silencio. —Henry —dice, levantando la cabeza—, ¿quién es tu Beatle favorito? Canta Madame Butterfly. No podrás caminar, ni hablar, ni comer, ni siquiera follar, cuando haya acabado contigo. Clare termina de cortarle los tejanos y empieza con la camiseta. Henry dice que viene del futuro. No hables». —Entonces es que eso ya habría ocurrido. —Me ayudaron. Todavía me siento un ser marginal, el último miembro de una especie otrora ebookelo.com - Página 51numerosa. Me acerco a Jason y le coloco la boca de la pistola bajo el mentón. Me alegro mucho. —¿Me harías el favor? Está absorta en su dibujo. —De mayor. Es uno de nuestros poetas preferidos. Henry se ríe. Me ha parecido que era Henry. Espero. Mi padre es muy parecido a como es ahora: alto, enjuto, austero en su indumentaria y amigo de llevar sombrero. Ruth también coloca los suyos pero no se mueve nada. —Ooooh… —Fijaos en Ron —interviene Laura. —¿Café? —quiere saber Clare. Me inclino hacia delante y le pellizco ligeramente en el brazo—. —¿Qué te parece aquí, Clare? ¿Lo vio mucha gente? A lo mejor por eso piensas que estoy demasiado delgada. Henry tiene una expresión compungida. Delivery Gratis The Coca … Sí, ya…). —No, qué va. No, no. Jason se sobresalta. Solo tienes que bajar y gritar: «¡Quiero follar!», y cincuenta tíos saldrán diciendo: «¡Conmigo, conmigo!». Me despido con un gesto de la mano, ella sonríe y me dice adiós en silencio. ¿De acuerdo? Creo que mi cuerpo utilizó el único truco que conocía. Solo que sus padres se han puesto paranoicos. ¿Cómo voy a entrar con estas manchas de sangre? —le pregunto. Supongo que creía saber cómo se sentía, por el hecho de estar secuestrada y de que la obligasen a actuar de un modo que ella no deseaba, aunque al mismo tiempo parecía que disfrutaba con todo aquello. —Henry, ¿darías una paliza a alguien por mí? Me levanto, pongo mi bota sobre su pecho y le apunto a la cabeza con la pistola. Me siento somnoliento y satisfecho. Podríais ir a los mismos lugares juntos. Clare detiene el coche antes de entrar en el campo visual de la casa. Clare tiene una expresión preocupada. —exclama con expresión sombría—. —Bueno, si precisamente tú te sientes constreñida por la idea de que tu futuro es inalterable, imagínate cómo me siento yo. —¿A qué hora? Camino junto a Helen. —Solo hay que deducirlo. WebGaseosa Coca e Inca Two Pack 3 Litros. Le he dicho que no, y ella me ha contestado que no le sorprende, pero que eso es lo que comenta todo el mundo. —Veo que se debate entre el impulso de contarme la causa de su cansancio y el de callar. Ruth y yo nos levantamos, y Laura y Nancy se sientan. —Soy el novio de Clare. Clikea en una burbuja para ver el detalle, Con todas tus compras acumulas puntos bonus, Gaseosa Coca Cola Botella 3 Lt Pack de 2 unid, ¡Listo! Sopesa la logística del tema. No puedo dejar a Clare así. Hay más chicos que chicas, y desearía haber venido con pantalones y zapato plano, pero ya es demasiado tarde para remediarlo. La campana suena y Ruth da un salto. - Distribuidora Jiron. —Hemos sido muy benévolos contigo en esta ocasión. —No lo sé. Permanezco en silencio durante unos instantes; intento encontrar la explicación idónea. Me vuelvo para mirar a Clare y por un instante olvido que es joven, y que esto ha sucedido hace mucho tiempo; veo a Clare, a mi esposa, superpuesta en el rostro de esta jovencita, y no sé qué decirle a esta Clare que es mayor y joven, y distinta a las demás chicas, que sabe que esa diferencia puede resultar problemática. —Cállate —gruñe Henry—. WebCoca Cola - Wong.pe Coca Cola No encontramos resultados para “ ”. —Bueno, por lo general no es tan brutal. Destacados Abarrotes Wong 10 al 17 … Ha sido como… como ese día en la pista de patinaje sobre hielo. ¿De qué te sirve conocer el futuro si ni siquiera puedes protegernos de escenitas humillantes…? Lo confieso. Pedir delivery de Coca Cola (1.5 Litros) en Rappi es un hábito que se ha vuelto popular. Suspiro. —¿A qué chicos les gusta Clare? —Puede que sean reales; o bien que algo en ellos sea real y la gente les haya ido añadiendo cosas, ¿me explico? Más tarde pedimos chocolate deshecho al servicio de habitaciones y vemos a Johnny Carson. Dejo vagar la mirada entre la hierba seca, y noto el aire, vibrante por el calor. Clare entierra los pies en mi regazo. Clare se apoya en el tronco, con un cojín debajo para suavizar la presión de las raíces del árbol. WebSupermercado Bebidas Gaseosas Gaseosas Familiares BIG COLA SKU: 20238217 Gaseosa BIG COLA Botella 3.03L En caso algo no vaya como gustes: Puedes revisar nuestras … Deseo irme a casa. Toda mi vida lo he aceptado como algo normal y corriente; es decir, creía que Henry era un secreto y por lo tanto alguien realmente fascinante, pero también una especie de milagro, y solo recientemente me he dado cuenta de que la mayoría de las chicas no tienen un Henry, y si cuentan con uno, se lo tienen muy callado. Sin embargo se limita a decirme: —Pero, Clare… Eso implicaría conocer a una buena parte de tus amigos. —Ya, pero está muerto. 19.20ou 18X de S/. Le entrego el arma, tiro de las manos de Jason para ponerlas en posición alrededor del tronco y se las uno con cinta aislante. Había una cantidad de sangre increíble. Me vuelvo y veo al chico a quien llamamos Caralagarto (a causa de su acné) mirándome con lascivia —. A medida que las fechas del listado disminuyen y que se acerca el momento en que dejaré de verla durante dos larguísimos años, Clare está secretamente convencida de que puede encontrarme en el tiempo real si yo le proporciono unos cuantos datos. —Nos quedamos en silencio durante unos instantes—. La verdad es que estaban preocupados porque ella cogiera el coche para asistir a una fiesta en la que tal vez correría el alcohol, y me han pedido que la acompañe y le haga de chófer, por si acaba demasiado borracha para conducir. —¿Acaso tengo más datos en los que basarme? Acaricio el pelo de Clare, y deseo fervientemente poder regresar al presente durante tan solo un minuto, el suficiente para consultar con Clare, para descubrir lo que debía decirle, a los quince años, sobre la muerte de su madre. Puedo estar muy quieto durante largos períodos de tiempo cuando leo, pero posar para Clare siempre es sorprendentemente difícil. ¡Ojalá pudiera tener alas para volar y sentarme en las nubes! Más adelante caminamos de la mano y admiramos las ardillas, los coches, las palomas, cualquier cosa que se mueva. Por esa razón me encanta que Clare me dibuje: cuando me mira con esa atención, siento que lo soy todo para ella. Es decir, fuiste tú quien escribió aquella historia que se supone tengo que entregarte en 1991 sobre el bebé con síndrome de Down. —En fin, yo tengo que asistir a la fiesta. Jason titubea. El sol del verano ha coronado de pecas la nariz de Clare, y tengo que resistir el impulso de pasar mis manos por su pelo rubísimo, que le cae por los hombros cuando extiende la manta. Hará que yo lo adivine, o que los hechos hablen por sí solos uno de estos días). He dicho a los de casa que me gusta leer en el sótano y, de hecho, paso mucho tiempo aquí; así que ya no les resulta extraño. Nos hemos cobijado bajo un manzano. Creo que la mayoría haría eso, si tuviera la clase de oportunidades que yo tengo. Los ruidos del tráfico de 1973 se cuelan por la ventana abierta. Los vestuarios se han quedado en silencio. Había un lago cerca, podía oír el sonido del agua; y él tenía la llave de la casita. Parece como si la hubieran rascado. Henry dice que me conoce del futuro. Empieza a recoger las piezas y las introduce en la caja, separando con tino las blancas de las negras. HENRY: Ha pasado un buen rato, puede que una hora más o menos. —¿Te refieres a cuando tenía tu edad? Es domingo, bien entrada la mañana. ebookelo.com - Página 60—Ya las verás. Quiero decir… Felicidades. Se quedó con la boca abierta, y no podía apartar su mirada de mí. —Henry empieza a comer el emparedado de rosbif que le he traído—. Es como si cada vez que me sonara la nariz fuera un acontecimiento histórico. Es decir, si soy yo quien te está inventando, y no quisiera que tú supieras que eres un invento mío, no te lo diría, ¿verdad? Sigue sin haber ninguna fecha en el dibujo. —Se portó como un gilipollas, y ahora quieres que lo pulverice, ¿no? —¿De dónde vienes? Yo tampoco hablo, pero bajo la mesa noto su mano sobre la mía, caliente y menuda. Miro a Henry, para que me explique todo aquello. —le pregunto. —Cuando yo tenía seis años. Kendrick está convencido de que soy el precursor de una nueva especie de raza humana, tan diversa a los individuos de hoy en día como el hombre de Cromagnon lo fue respecto de sus vecinos neandertales. Además, necesito mear. Clare sale del aparcamiento con dificultad y se aleja. —Y también la Bella Durmiente. Cuando los abro, el cielo es amarillo y luego verde. Enseguida me siento mejor. La única persona que vio cómo me materializaba fue una niña pequeña, que iba en el asiento trasero de una ranchera Chevrolet de color verde. (1) Agregar al Carro. —¿Por qué has dicho «daba»? Sigo sin comprender nada. —Dime. —Sí. —Ecs. Dave es el único chico negro de la clase. Todas sus historias se han entremezclado, y los rostros ya no se corresponden con sus nombres. Me sorprende ver que las lágrimas le surcan las mejillas hasta desaparecer bajo las orejas. Oigo unos tacones que se dirigen hacia mí. Quiero decir, ¿qué ocurriría si escribiera la fecha en este dibujo ahora mismo? Immer wieder. —Soy lo bastante mayor para ser su padre. —Muy bien. —Pero si me has visto en el futuro… —Confía en mí. Mueve su torre hacia delante y avanza cinco casillas. Ruth se ha escondido con Laura arriba, en su dormitorio. —¿Por qué? —Decirme lo que me gusta. —Sí. Espero. Clare tiene trece años. Está empezando a llover. La parte delantera del Ford se aplastó, el eje del volante atravesó el pecho de mi madre, la cabeza le salió disparada por el parabrisas ya inexistente y fue a parar tras la camioneta. Bueno, todas las chicas. —La beso con cautela, para no alterar la falsa hemorragia—. ¿Qué importa eso? —¿Con quién? Producto Agotado. A la cama. —Hola, novio de Clare. Si hemos violado el continuo espacio-temporal, de momento no se nota demasiado. —En la escuela no paran de fastidiarme porque nunca salgo con nadie. —No exactamente. Nadie te ha hecho daño, al menos de momento. —Entonces me viene un pensamiento inquietante—. No logro adivinar si me está diciendo la verdad. ¿Un espíritu, tal vez? —¿Por qué no? —Tenía tu edad en 1975. Tras cuatro inhalaciones, nos quedamos observando hasta percibir que, lentamente, el chico va recuperando la respiración normal. —Lo siento. Al cabo de un rato ya nos hemos aburrido del Juego de la Verdad o el Reto, sobre todo porque es difícil que se nos ocurran buenos retos que cualquiera de nosotras pueda aceptar, y porque sabemos todo lo que hay que saber de las demás, dado que vamos juntas a la escuela desde el jardín de infancia. —No quiero hablar de ello. Quiero decir que todo me parece demasiado azaroso y absurdo para pensar que existe un Dios. —¡Ya has vuelto a hacerlo! ¡Más fuerte! Ahí termina todo. —Se aleja como repelida por un enorme campo magnético—. —No lo sé. Avanza en círculos, y luego se detiene en la H. En ese momento empieza a ir más deprisa: E, N, R, Y. Por lo tanto, avanzábamos a veinte o treinta por hora. El bosque ennegrece y los árboles se doblegan, fustigados de lado a lado hasta quedar inclinados. Hay algo sabedor y cruel en la risa de Clare, y a mi entender este momento marca un límite, una especie de tierra de nadie entre la infancia de Clare y su vida de adulta. Una parte de mí desea convertir a Jason en picadillo, pero la otra no quiere moler a palos a alguien atado a un árbol con cinta adhesiva. Seguramente los padres de Mary Christina se pusieron muy contentos de que naciera finalmente una chica después de tantos hijos varones. —Sí… Bueno, todo no. Yo también me siento desbordada. ¿Qué pasa? Me han arrestado siete veces, y hasta el momento siempre me he esfumado antes de que puedan tomarme las huellas o sacarme una fotografía. Clare suspira, un breve y suave suspiro que significa: «No sé alemán, ¿lo recuerdas?». Me siento algo mareado. Lo construyeron como si fuera un tanque. A Jason se le saltan las lágrimas. —Nada, pero aunque me importara, ahora es una parte inalterable de la historia del universo y yo no puedo hacer nada para evitarlo. Me encuentro delante del aula de francés. WebCOCA COLA 3 LITROS Ofrecemos la mejor Calidad Precio delivery gratis Surquillo, San Borja, San Isidro,, Barranco, Miraflores, Celular ?999 203 011. No recuerdo adonde fui; quizá aquello solo representara un par de segundos para mí. —Se suicidó —aventuro, embargada por la incertidumbre. —Tú eres yo. Escúpelo ya. ¿Quién es Henry? No está fechado. En el preciso instante en que esas palabras escapan de mi boca, me doy cuenta de que estoy hablando con Clare, la adolescente, y no con Clare, mi esposa, y me atizo mentalmente un golpe en la cabeza. Todo está en calma. Cuando el pedido esté listo un repartidor te lo llevará al lugar de destino. —exclama con los ojos desorbitados y una expresión de profundo disgusto dibujada en el rostro—. ¿Cómo se te ha ocurrido salir con alguien así? Fuimos a un restaurante italiano y nos encontramos con Laura y Mike, y con un montón de gente de la clase de teatro. —Es indispensable para los viajeros del tiempo, que necesitan conocer toda clase de gacetillas, que te cuenten las noticias de un momento determinado —me dice con un ejemplar de World Almanac de 1968 en las manos. Tengo un hambre atroz. Quizá esté durmiendo todavía. —pregunta gentilmente. Deseo ser los dos a la vez, sentir de nuevo la sensación de perder los límites de mí mismo, ver la suma de futuro y presente por primera vez. WebSoda. No me importa en absoluto. —Sí. —Eso es porque los médicos siempre intentan convencerme de que estoy loco. La clase está traduciendo a Montaigne. Clare está sentada frente a mí, aguardando con los hombros caídos y la carne de gallina. Laura me abraza a modo de disculpa y se apresura hacia la clase de música, que se imparte en el otro extremo del edificio. Clare coloca su mano en un lugar en el que posiblemente no debería estar. El Corvette, conducido por un dentista que ya iba algo ebrio a las 10.30 de la mañana, avanzaba a una velocidad demasiado rápida y no pudo reducir la marcha a tiempo a causa del hielo de la carretera, así que chocó con nuestro coche. —Es cierto. —Se viste, con la ropa que coge de un montón apelotonado, y que no me importará perder de vista—. Jamás le he dirigido la palabra. A los trece años su pragmatismo y sus sentimientos románticos sobre Jesús y María tienen la misma importancia. —Pero a mí me has conocido de verdad, y en cambio a él no lo has conocido nunca. Mary Christina abre sus regalos. Me siento junto a Clare. —Bueno, no es que sea demasiado fuerte, pero algo sí. —¿Henry? Rebusca en el bolso y encuentra un rotulador fluorescente. —Mmmm. Quiero decir que estoy lo bastante loco para utilizarla de verdad, y eso sería una estupidez. El tipo del Corvette salió indemne. —Clare, dime si te violó. Delivery Coca cola Wong y Metro Cyber. Me pregunto si debería decírselo. Yo estoy echado, con la cabeza sobre su regazo. Sentir la soledad de la experiencia. Las alternativas que estamos considerando son un universo en bloque, en el que el pasado, el presente y el futuro coexisten simultáneamente y todo ha sucedido ya; el caos, donde puede suceder cualquier cosa y no podemos predecir nada porque no conocemos todas las variables; y un universo cristiano en el que Dios lo ha creado todo y las cosas existen con un propósito determinado, pero en cualquier caso nosotros tenemos libertad de albedrío, ¿correcto? A lo mejor se ha caído al suelo. Regular S/. —Tenemos grandes proyectos. Por lo general eso significa que va a pronunciar una cita de un libro del cual jamás he oído hablar o que me instruirá sobre algún tema en concreto. Lo siento. ebookelo.com - Página 90—Ah, Mademoiselle Abshire, asseyez-vous, s'il vous plait. —No creo que haya más. De repente, Clare dice—: Se comportaba como un loco de atar. —Podría bajarte unos libros. Voy por la página treinta y tres cuando regresa. —No, no lo es —dice Clare secamente. Tú confía en mí. El año pasado creció trece centímetros, y todavía no se ha acostumbrado a su nuevo cuerpo. ¿Por qué me siento tan aliviado? ebookelo.com - Página 69Clare frunce el ceño, convencida, y dirige su mirada al prado mientras habla. —La que escribiste al pie, aquí, bajo tu nombre. —No es bueno saber las cosas antes de tiempo. EMBOCEN es parte del grupo FEMSA, una de las principales embotelladoras de Coca Cola en la región, junto a Arca Continental Lindley. —dice Patty, y todas reímos. —¿Eh? —Ya está. (Respuesta: una cien). Lunes 28 de septiembre de 1987 Clare tiene 16 años ebookelo.com - Página 89CLARE: El lunes en la escuela todos me miran, pero nadie me dirige la palabra. —Deseo desesperadamente que regrese Clare y me rescate, pero eso daría al traste con el juego, ¿verdad? —Clare pronuncia la palabra como si nunca hubiera oído hablar de ese brebaje. —Ein jeder Engel ist schrecklich. —¿Estoy casada yo? ¿Estabas viajando a través del tiempo? Se les ve muy felices, y despiden esa luz que brindan la suerte y la alegría. —¿Te refieres a los otros viajeros del tiempo? —¿Quieres que me mueva? ¿Te gusta a ti? Ella me besa, y desaparezco. De todos modos, tampoco me creerían. No me refiero solo al coche, sino a todo lo que revista peligro. Los vecinos no paran de atisbar por las ventanillas del coche patrulla para mirarme. Puede que no sepa que me he marchado. Es supertímido y pequeño, y muy bueno en matemáticas. —Ahora pregunta tú, Ruth. Clare reflexiona unos segundos. —¿Por qué Paul es para las chicas? —Sí. Me siento entre Laura y Helen. —¡Estuviste fantástico! —El caos. Penetra en el claro y se sienta sobre la roca. Henry asiente. Estoy seguro de que con esa edad es demasiado joven. Coca Cola 3 Litros. —Parece ser que en caso contrario, todo saldrá mal. Ejecutamos las siguientes diez jugadas con bastante rapidez y un moderado derramamiento de sangre, y entonces Clare se queda quieta calculando las posibilidades. Clare se vuelve y le veo una quemadura de cigarrillo en el pecho derecho, infectada y que tiene un aspecto atroz. El murmullo de los insectos ha desaparecido y el viento lo alisa todo, la hierba se aplana, y los árboles crujen y gimen. ¡Sí! —Sí. Domingo 23 de septiembre de 1984 Henry tiene 35 años, y Clare 13 ebookelo.com - Página 66HENRY: Estoy en el claro del prado. —¡Mierda! —Nadie, en realidad. Solo me hirió. Salgo del coche y cierro la puerta lo más silenciosamente que puedo. El glaseado se ha derretido un poco al sol y se me pega a los dedos. (GMT) Sunday, June 26th, 2:00 am - 8:00 am. Pero si lo único que tenías que hacer era decir… —Escucha —me dice, levantando la mirada hacia mí con resignación—. —Eres una monja —la engaño. WebCoca Cola 3 Litros. (Respuesta: comer un helado. —Nada. Humm… Adiós. Luego se oye un suave murmullo de charlas que vence al silencio. Regular, Refresco con gas de cola, Pack of 3 x 2 botellas ... Gaseosa COCA COLA Botella 3L | plazaVea ... COCACOLA 3 LITROS PACA X6 - Dulcería y Cigarrería ... Refresco Coca-Cola Original 3l | CH | Sitio de Chedraui. Creo que sé lo que ocurre: me parece que ya he oído antes esa historia. Era la segunda vez que me ocurría, así que no tenía ni idea de lo que había sucedido. —Todo ha sido por tu culpa —le digo a mi yo con severidad. —No lo sé. —¿Dónde quieres hacerlo? Está en su etapa Grace Kelly; lleva un abrigo de lana azul y una falda roja. —Bueno, pues vengo a hacerte compañía. En cambio ahora me pregunto si la idea implica que el futuro es un lugar o algo parecido a un lugar al que podría ir; me refiero a ir de otra manera que no sea envejeciendo. —Vivian Teska. Son las 23.36. ¿Acaso no es lo mismo que sintió este mientras se divertía hiriéndome a mí? Sabe asqueroso, es como si me hubiera tragado Vicks VapoRub y me quemara el pecho. —Clare mueve su reina de Q2 a KN5—. Se acerca a Jason como si este fuera un animal peligroso encerrado en un zoológico y empieza a escribir en la cinta que le cubre el pecho. ¿Cómo conociste a tu mujer? »Íbamos detrás de una camioneta, muy atrás, guardando muchísima distancia —le explico a Clare—. Clare sonríe, con una sonrisa tímida. Al cabo de unos instantes, me siento un poco mejor, y percibo que todo está en silencio. Me devuelve el arma y atraviesa el bosque para desandar el mismo sendero que hemos tomado. —Pero no eres mi novio. Oigo la música desde aquí; suena Once In A Life time, de Talking Heads. —¡Oh! Por lo general, peleo en defensa propia. Hace diez minutos el cielo era azul cobrizo, y un calor opresivo atenazaba el prado, todo parecía curvado, como si estuviéramos bajo una inmensa cúpula vitrea, los ruidos más próximos eran sofocados por el calor mientras un coro sobrecogedor de insectos zumbaba. En tiempo real. «No pasa nada, Clare. Busca el término coca cola de 3 litros en el buscador de Bull Se ha construido una especie de nido de almohadas, cojines y mantas, y ha estado leyendo viejas revistas bajo mi lámpara de escritorio. Me mira con aire interrogativo. Lo dice tan bajito que tengo que pedirle que vuelva a repetirlo: —Es que pensaba que a lo mejor estabas casado conmigo. ¡Ojalá pudiera leerle el pensamiento! Enciende el motor y conecta las luces. Tengo verdugones en los muslos por culpa del cinturón de Jason. El día que las descubran, estoy perdido, porque tengo varias órdenes de arresto pendientes: allanamiento de morada, hurto en comercios, resistencia a la autoridad, violación del ebookelo.com - Página 55arresto, invasión de propiedad privada, exhibicionismo, robo, und so weiter. —No, porque me habrías avisado para que no lo hiciera. Esto es combustible para cohetes, Clare. Yo sostengo que solo soy un ejemplo de código enrevesado, y nuestra incapacidad para tener hijos demuestra que no me convertiré en el eslabón perdido. Todas me observan y se quedan en absoluto silencio. Sabrás cómo te gusta el café al margen de lo que yo te diga. Se muestra absolutamente impasible, fría como una asesina de Raymond Chandler. Era una estudiante californiana muy rica; la secuestraron unos malvados terroristas políticos de extrema izquierda y la obligaron a atracar bancos. Me doy cuenta de que está considerándolo; por lo tanto, levanto las manos para que me las vea y me siento sobre ellas. Recuerdo que me permitieron quedarme en la sala de estar durante una fiesta que daban mis padres para recitar «Tigre, tigre que brillante ardes» a los invitados, con una completa puesta en escena a base de gruñidos; tenía cuatro años, y cuando terminé, mi madre me cogió en volandas y me besó, y todos aplaudieron. Voy a matar a ese tío. Le dedico una mirada atroz, pero ella se limita a sonreír—. —Esta noche voy a una fiesta a casa de Ruth, ¿quieres venir? En la playa los tres llevamos gafas de sol a juego, y a mí me han puesto un ridículo sombrero azul. Ya no era hora punta, pero la circulación era complicadísima a causa del tiempo y las vacaciones. Es decir, si tú eres real, ¿por qué no habrían de ser reales los cuentos de hadas? —No —me dice. Venga, Henry, dime si voy a convertirme en una vieja solterona. —Pareces una echadora de cartas —le digo riendo—. Clare lleva un rato atascada en su jugada; le he pillado la reina hace tres movimientos, y ahora está condenada, pero resuelta a sucumbir luchando. Clare la firma y empieza a escribir la fecha. Solo con percibir el aroma parece que me siento mejor—. —Dime, ¿por qué te gusta Paul? —Hablas de cambiar el futuro —dice Henry—, pero para mí esto es el pasado, y por lo que veo, poco puedo hacer para cambiarlo. Me incorporo y bostezo. ¿En qué estamos metidos en 2001? Adivino que ha perdido interés por el juego por el modo en que empieza a construir una pequeña pirámide con las fichas ganadas. Las matemáticas no son su fuerte. —¿Estás diciendo que soy un personaje de ficción? Nuestro pelo es del mismo tono castaño oscuro, los ojos son almendrados y negros, y presentan las mismas arrugas de cansancio; lucimos réplicas exactas de las orejas del otro. Su aliento apesta a alcohol. Le dije que estaba cansada y que quería regresar a casa, pero él se puso como loco. Finalmente escapo; agarro a Helen y la utilizo de escudo humano para salir de la cocina. Entra el aire fresco durante un segundo (en el que abro de golpe los ojos) y veo la rejilla metálica que separa la parte delantera del automóvil de la trasera, los asientos de vinilo cuarteados, las esposas en las manos, mis piernas con la carne de gallina, el cielo sereno a través del parabrisas, la gorra negra y con visera sobre el salpicadero, la tablilla de notas en la mano del oficial, su rostro rojizo, las cejas grisáceas y espesas y las mejillas caídas como cortinajes… Todo brilla, iridiscente, en colores parecidos a las alas de una mariposa, y el policía dice: —Eh, está teniendo una especie de ataque… Me castañetean los dientes con violencia, y ante mis ojos el coche patrulla desaparece y me encuentro echado de espaldas en el patio trasero de mi casa. —¿La amas? —No, no. —Hubieras podido preguntármelo antes… —Me ha parecido que no tenía importancia, Lucy… Cojo mi libro y me marcho al prado. Ella reacciona como siempre a mi clásica jugada de apertura: peón cuatro reina. Webcoca cola de 3 litros. —¿Quién es? —¡Clare! —No. —Perfecto —digo, metiéndome la pistola en el bolsillo—. La visibilidad era muy mala, y el sistema anticongelante de ese coche dejaba mucho que desear. Vuelve a sentarse frente a su lado del tablero. ¡Jaque mate! Sábado 14 de mayo de 1983 Clare tiene 11 años, casi 12 CLARE: Es el cumpleaños de Mary Christina Heppworth, y todas las niñas de quinto del colegio de San Basilio nos quedamos a dormir en su casa. —Ah, bueno… Creo que ya es suficiente —dice Clare. —Pues lo has conseguido. Le paso la camisa y se la pone. ebookelo.com - Página 71Después del fin Sábado 21 de octubre de 1984 Clare tiene 13 años, y Henry 43 CLARE: Me despierto de repente. Cuando me levanto, el sol está más alto y Clare se encuentra sentada junto a mí. Llamo, pero no me contesta. Siempre dice estupideces sobre su edad. —El chico del trampolín. —A lo mejor eres un sueño. Clare me ha dejado comida: rosbif y queso con pan integral y mostaza, una manzana, un litro de leche y un tubo entero de plástico con galletas de Navidad, un postre a base de helado, perlas de canela y nueces, y galletitas de cacahuete con Hershey's Kisses incrustados. —Tengo un amigo que hace este tipo de cosas. —Demuéstralo. Chitón. Ah, pues no lo sé. —me pregunta ella, sorprendida. —¿Quién? Empiezo a sentir pánico de verdad. ebookelo.com - Página 57Todas nos reímos. —Tú tampoco. Vale, sí, lo entiendo. Parece algo decepcionada por la noticia. Mamá… ¡Oh, mamá! —Adelante. —Jesús. —¡Por el amor de Dios, Clare! —Bueno, como tu madre siempre daba la lata con el tema… —¿Daba? —pregunta Clare mirándome y sonriendo, con las cejas tan arqueadas que casi le alcanzan el nacimiento del pelo. Apenas rozamos el objeto, intentamos hacerlo bien y no empujar. Tienes razón. —Recuerda que es el agobio lo que suele enviarme hacia ti. —Dame un beso —le pido, y él me besa. —Más. ebookelo.com - Página 73—Es extrañísimo. En realidad, íbamos a sesenta por hora. Ay, ay, ay. —En lo que a ti respecta, un poco más: y nos estrellamos con el coche y pasamos un año yendo a rehabilitación. WebCola se ha comprometido a gastar $44 millones para construir la planta de reciclaje más grande del mundo de botella a botella de plástico.15 La empresa también ¿Qué quieren y … COCA COLA 3 LITROS Ofrecemos la mejor Calidad Precio delivery gratis Surquillo, San Borja, San Isidro,, Barranco, Miraflores, Celular ?999 203 011. Todas reímos, a excepción de Patty, que también anda loquita por el señor Malone. Creo que el suelo está cada vez más duro. ¿No quieres saberlo? ¿Cómo conseguiste atarlo a ese árbol? —¿Estás bien? —Dímelo —me exige. Clare termina el suyo, se arremanga los bajos de su tejano y se sienta con las piernas cruzadas. Jason jadea mientras se ve obligado a caminar al paso hacia el bosque. —¡Clare…! WebMix de Gaseosas: Coca Cola + Inca Kola Botella 3 Lt - Wong ... ... Cambiar —¿Puedo preguntarte si serías tan amable de ir a tu casa y escamotear una taza de café para mí? ¡Tachan! —Prométeme que no volverás a intentar nada parecido. ¿Exactamente? Suspiro. Tengo el ojo izquierdo cerrado por la hinchazón, y la parte delantera de mi cuerpo llena de morados, cortes y suciedad a causa de mi enfrentamiento con el mayor de los dos policías en un terreno yermo lleno de cristales rotos. —Paul es para las chicas. Disfruta del catálogo Sam’s online. Ya me dirás lo que has descubierto. —¿Es eso lo que querías? Lo abrazo, me abrazo, durante mucho rato. —Hola, Clare. Mientras tanto yo estuve ausente de la escena durante diez minutos y cuarenta y siete segundos. —No fue por eso, porque el acero se incrustó en mi asiento justo donde debía estar mi frente. Mi padre da audiciones en la Filarmónica. ¿Por qué te gustaba? —Es cierto —corrobora Clare, roja de satisfacción. Quiero decir que no es que sea gay, ni nada por el estilo. Este hombre tan antipático dice que no es tu novio. —Hola, Clare. WebCoca cola 3 litros Ordenar por Más relevantes OFERTA DEL DÍA Gaseosa Coca-cola Light 2.25 Litros Antes: 564 pesos con 50 centavos $ 56450 434 pesos con 67 centavos $ … —La gente no aparece y desaparece como tú. Suda a mares. —Me dedica una mueca que me hace pensar por qué diablos tengo que confiar en él, pero quiero creer en lo que me dice. Nos levantamos temprano y ella cargó las maletas en el coche. Clare está intrigada. —Me ha parecido que alguien me llamaba. Yo iba sentado en el asiento del copiloto, y los dos llevábamos atado el cinturón. —¿Cómo? Se te ve delgada. —pregunta con voz ronca. —¿No vas a salir del coche para presentarte como es debido? En cuanto a mí, me meto el último trozo del Bismarck en la boca y lo mastico despacio para ganar tiempo. —Tendría que marcharme. Me siento en la roca junto a Henry, y él se aleja de mí. —Clare enciende la luz. Siempre me ha gustado Helen, y me entristece tener que engañarla. Joder, odio estas situaciones. —Vamos, Clare. —exclama, sonriendo de oreja a oreja. Henry se precipita hacia la puerta, ebookelo.com - Página 52pero ya es demasiado tarde: mi padre asoma la cabeza por el resquicio y nos ve a los dos en flagrante delito. Todas se burlan; ¿cuántas preguntas posibles deben de existir? —responde Sue Wong, y se oye un estertor de risas nerviosas por el aula. —No, cambiaría muchísimo la composición. No hay duda, tiene que ser Henry. Es más divertido cuando estás tú. Es una niña, aunque no del todo. Finjo consultar mi inexistente reloj. ¿Y si es Henry? Se levanta el viento; la hierba alta se ondula, cierro los ojos y parece que oigo el sonido del mar (que nunca he visto, salvo por televisión). No me siento muy bien. Llevaba un pintalabios oscuro, y yo me empeñé en irme a la cama con la marca de sus labios en la mejilla.
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